OPINIÓN | Abajo y en silencio

Esta semana el diario ABC amanecía en su portada web con un articulo llamado “Las dos mujeres que llevaron a la ruina a Sergi Arola”, lo que provocaba la indignación de muchas personas en Twitter calificando el titular de machista y misógino. La realidad es que este tipo de piezas periodísticas no son ninguna novedad, sino fruto de una sociedad en la que la mujer, innegablemente, sigue estando por debajo del hombre en muchos terrenos del ámbito social y laboral, entre ellos la industria del entretenimiento y los medios de comunicación.

Según la Delegación para la Violencia de Género, el pasado año más de 60 mujeres fueron asesinadas a causa de la violencia machista, además de muchas otras que fueron víctimas de violación, acosadas, coaccionadas y humilladas pública y privadamente. La industria cinematográfica es una de las que más se encuentra en el punto de mira de esta lacra social, con la larga lista del Caso Weinstein y nuevos nombres de actores, fotógrafos y productores que van saliendo a la luz, todos ellos acusados de abuso de poder y acoso sexual.

Sin embargo, poco a poco, las mujeres están dejando de tener miedo a hablar y, lo que es más importante, están empezando a ser escuchadas. En la pasada edición de los Globos de Oro, celebrada durante la primera semana de enero, todas las asistentes vistieron de negro como forma de protesta contra estos abusos. La campaña “Times Up” (“Se acabó el tiempo”) tiñó de esperanza una gala en la que las protestas feministas fueron las protagonistas, con discursos tan poderosos como el de Oprah Winfrey, que recordaba a todas las mujeres que «vivieron como todas hemos vivido, demasiados años en una cultura quebrada por hombres brutalmente poderosos”.

La campaña ‘Time’s Up’ busca acabar con el abuso de poder y lucha por la igualdad de género // Instagram: @timesupnow

Estas campañas deben ayudar a concienciar y cambiar una sociedad que mira por encima del hombro a las mujeres, pero el trabajo empieza desde círculos mucho más cercanos. En los medios de comunicación españoles todavía existe una lucha latente contra el machismo. No solo por titulares como el comentado anteriormente de ABC, u otros que levantaron polémica como el de Mediterráneo Digital, que hacía referencia a Shakira como “la mujer de Piqué”, sino por la falta de mujeres con altos cargos en las direcciones de las grandes cabeceras editoriales tradicionales: La Razón, ABC, El Mundo, El País, etc. Aunque no hay duda de que cuentan con grandes profesionales, todos ellos están dirigidos por hombres. Algunos de los medios dispuestos a romper con estas barreras han sido El Huffington Post, con Montserrat Domínguez en su dirección, que recalca “la importancia de que se sepa que hay mujeres al frente de los medios porque necesitamos referentes. Hemos roto un dique, pero eso no significa que hayamos logrado la igualdad”.

Mientras tanto, unas horas y bastantes quejas en Twitter más tarde, el titular de ABC quedaba sustituido por “Las dos mujeres que ocuparon el corazón de Sergi Arola”. Un cambio casi desapercibido, sin mayor afán de disculpa y rectificación y, que a estas alturas de siglo XXI, debería ser innecesario.

 

Foto de portada: Actrices y activistas se han unido en la lucha por el movimiento «Time’s Up» // Instagram: @timesupnow